La libre expresión es el pilar central de una sociedad libre

La Declaración de Westminster

Los abajo firmantes, en nuestra calidad de periodistas, artistas, autores, activistas, profesionales de la tecnología y académicos, queremos alertar sobre la creciente censura internacional que amenaza con erosionar normas democráticas con siglos de antigüedad.

Procedentes de la izquierda, la derecha y el centro, nos une nuestro compromiso con los derechos humanos universales y la libertad de expresión, y estamos todos profundamente preocupados por los intentos de etiquetarla como «desinformación», «misinformación» y otros términos imprecisos.

El abuso de estos términos ha propiciado la censura de ciudadanos comunes, periodistas y disidentes en países de todo el mundo.

Tal interferencia con el derecho a la libertad de expresión suprime toda discusión válida sobre asuntos de interés público urgente y socava los principios fundamentales de toda democracia representativa.

En todo el mundo, instancias gubernamentales, empresas de redes sociales, universidades y ONGs trabajan cada vez más para vigilar a sus ciudadanos y amordazarlos. Estos esfuerzos coordinados a gran escala a veces se denominan «Complejo Industrial de la Censura» (“Censorship Industrial Complex”).

Este complejo a menudo opera a través de políticas gubernamentales directas. Las autoridades de India[1] y Turquía[2] se han otorgado el poder de eliminar contenido político en las redes sociales. El cuerpo legislativo de Alemania[3] y la Corte Suprema de Brasil[4] están criminalizando el discurso político. En otros países, medidas como el proyecto de ley sobre «Discursos de odio» de Irlanda[5], la ley sobre delitos de odio de Escocia[6], el proyecto de ley sobre seguridad en línea del Reino Unido[7] y el proyecto de ley sobre «desinformación» de Australia[8] amenazan con restringir severamente la libertad de expresión y crear un efecto amedrentador.

Pero el Complejo Industrial de la Censura opera mediante métodos más sutiles, como por ejemplo los filtros de visibilidad, el etiquetado y la manipulación de los resultados en buscadores. Mediante la expulsión de sus plataformas y el marcado de información, los censores de las redes sociales ya han silenciado opiniones legítimas en temas de importancia nacional y geopolítica. Esto ha ocurrido con el pleno apoyo de los «expertos en desinformación» y los «verificadores de datos» de los principales medios de comunicación, quienes han abandonado los valores periodísticos del debate y la investigación intelectual.

Como revelaron los Twitter Files, las empresas de tecnología a menudo realizan una «moderación de contenido» censuradora en coordinación con agencias gubernamentales y sociedad civil. En breve, la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea formalizará esta relación al proporcionar datos de dichas plataformas a «investigadores capacitados» provenientes de ONGs y universidades, relegando nuestros derechos de expresión a la discreción de estas entidades designadas unilateralmente y sin mecanismos de rendición de cuentas.

Algunos políticos y ONGs[9] tienen incluso en su punto de mira aplicaciones de mensajería con cifrado de extremo a extremo como WhatsApp, Signal y Telegram[10]. Si se rompe el cifrado de extremo a extremo, no nos quedarán métodos para preservar conversaciones genuinas y privadas en la esfera digital.

Aunque la desinformación extranjera entre estados es un problema real, las agencias diseñadas para combatir estas amenazas, como la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de Estados Unidos (CISA), son usadas cada vez más en contra de la ciudadanía que se supone deben proteger. Con el pretexto de prevenir daños y proteger la verdad, la libertad de expresión es tratada como una actividad permitida y no como un derecho inalienable.

Reconocemos que las palabras a veces pueden ofender, pero rechazamos la idea de que los sentimientos heridos y la incomodidad, incluso si son graves, sean motivo de censura. Un discurso abierto es el pilar central de una sociedad libre y es esencial para exigir responsabilidades a los gobiernos, fortalecer a grupos vulnerables y reducir el riesgo de generar tiranías.

La protección de la libertad de expresión no se aplica solamente en opiniones con las que estamos de acuerdo; debemos proteger enérgicamente la expresión de aquellas opiniones a las que nos oponemos firmemente. Sólo en un ágora sin censuras se pueden escuchar y cuestionar adecuadamente estas opiniones.

Es más, una y otra vez, opiniones e ideas otrora impopulares acaban convirtiéndose en sabiduría convencional. Al etiquetar ciertas posiciones políticas o científicas como «desinformación» o «malinformación», nuestras sociedades corren el riesgo de quedar atrapadas en falsos paradigmas que privan a la humanidad del conocimiento adquirido con tanto esfuerzo y eliminan la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos. La libertad de expresión es nuestra mejor defensa contra la desinformación.

El ataque a la libertad de expresión no consiste sólo en normas y regulaciones distorsionadas: es una crisis de la humanidad en sí misma. A lo largo de la historia, las campañas por la igualdad y la justicia se han basado en foros abiertos para expresar disentimiento. En innumerables ejemplos, incluida la abolición de la esclavitud y el movimiento de derechos civiles, el progreso social ha dependido de la libertad de expresión.

No queremos que nuestros hijos crezcan en un mundo donde viven con miedo de decir lo que piensan. Queremos que crezcan en un mundo donde sus ideas puedan ser expresadas, exploradas y debatidas abiertamente: un mundo que los fundadores de nuestras democracias imaginaron cuando consagraron la libertad de expresión en nuestras leyes y constituciones.

La Primera Enmienda de los Estados Unidos es un claro ejemplo de cómo el derecho a la libertad de expresión, de prensa y de conciencia puede protegerse firmemente bajo la ley. No es necesario estar de acuerdo con los Estados Unidos en todos los temas para reconocer que se trata de una «libertad fundamental» vital de la que se derivan todas las demás libertades. Sólo a través de la libertad de expresión podremos denunciar las violaciones de nuestros derechos y luchar por nuevas libertades.

Existe también una protección internacional clara y firme para la libertad de expresión. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH)[11] fue redactada en 1948 en respuesta a las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial. El Artículo 19 de la DUDH establece: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.» Si bien puede ser necesario que los gobiernos regulen algunos aspectos de las redes sociales, como los límites de edad, estas regulaciones nunca deberían infringir el derecho humano a la libertad de expresión.

Como queda claro en el citado Artículo 19, el corolario del derecho a la libertad de expresión es el derecho a la información. En una democracia nadie tiene el monopolio de lo que se considera verdad. Al contrario, la verdad debe descubrirse a través del diálogo y el debate, y no podemos descubrirla sin permitir la posibilidad de errores.

Censurar en nombre de «preservar la democracia» invierte lo que debería ser un sistema de representación que emana desde la ciudadanía hacia sus representantes y lo convierte en un sistema de control ideológico en sentido inverso. Esta censura es, en última instancia, contraproducente: siembra desconfianza, fomenta la radicalización y deslegitima los procesos democráticos.

En el transcurso de la historia de la humanidad, los ataques a la libertad de expresión han sido precursores de ataques a todas las demás libertades. Los regímenes que erosionaron la libertad de expresión siempre han debilitado y dañado inevitablemente otras estructuras democráticas fundamentales. De la misma manera, las élites que hoy impulsan la censura también están socavando la democracia. Sin embargo, lo que ha cambiado es la amplia escala y las herramientas tecnológicas a través de las cuales se puede implementar esta censura.

Creemos que la libertad de expresión es esencial para garantizar nuestra seguridad frente a los abusos de poder del Estado, abusos que históricamente han planteado una amenaza mucho mayor que las palabras de individuos o incluso de grupos organizados. En aras del bienestar y del desarrollo de la humanidad, hacemos los siguientes tres llamamientos a la acción:

  • Hacemos un llamamiento a los gobiernos y organizaciones internacionales para que cumplan con sus responsabilidades hacia la ciudadanía y respeten el Artículo 19 de la DUDH.

  • Hacemos un llamamiento a las corporaciones tecnológicas para que se comprometan a proteger el ágora digital tal como se define en el Artículo 19 de la DUDH y se abstengan de censurar otras opiniones por motivos políticos, de censurar voces disidentes y de censurar la expresión de opiniones políticas.

  • Finalmente, hacemos un llamamiento al público en general a unirse a nosotros en la lucha para preservar los derechos democráticos de la ciudadanía. Los cambios legislativos no son suficientes. También debemos crear una atmósfera de libertad de expresión partiendo de cero, rechazando climas de intolerancia que fomentan la autocensura y que crean conflictos personales innecesarios. En lugar del miedo y el dogmatismo, debemos abrazar la investigación y el debate.

Defendemos tu derecho a hacer preguntas. Las discusiones acaloradas, incluso aquellas que pueden causar desasosiego, son mucho mejores que la ausencia de discusión.

La censura nos roba la riqueza de la vida misma. La libertad de expresión es la base para crear una vida con significado y una humanidad próspera, a través del arte, la poesía, el teatro, la literatura, la filosofía, la música y otras muchas áreas.

Esta declaración es el resultado de una primera reunión de defensores de la libertad de expresión llegados de todo el mundo, reunidos en Westminster, Londres, a finales de junio de 2023. Los firmantes de esta declaración mantenemos desacuerdos políticos e ideológicos fundamentales. Sin embargo, sólo uniéndonos podremos hacer frente a estos crecientes e intrusivos movimientos de censura y podremos mantener nuestra capacidad de debatir abiertamente y cuestionarnos los unos a los otros. Con este espíritu de diferencia y de debate firmamos la Declaración de Westminster.

Traducido por: Guadalupe Royán, escritora y profesora de español

Firmantes

  • Matt Taibbi, Journalist, USA

  • Michael Shellenberger, Public, USA

  • Jonathan Haidt, Social Psychologist, NYU, USA

  • John McWhorter, Linguist, Columbia, Author, USA

  • Steven Pinker, Psychologist, Harvard, USA

  • Julian Assange, Editor, Founder of Wikileaks, Australia

  • Tim Robbins, Actor, Filmmaker, USA

  • Nadine Strossen, Professor of Law, NYLS, USA

  • Glenn Loury, Economist, USA

  • Richard Dawkins, Biologist, UK

  • John Cleese, Comedian, Acrobat, UK

  • Slavoj Žižek, Philosopher, Author, Slovenia

  • Jeffrey Sachs, Columbia University, USA

  • Oliver Stone, Filmmaker, USA

  • Edward Snowden, Whistleblower, US

  • Greg Lukianoff, President and CEO Foundation for Individual Rights and Expression, USA

  • Stella Assange, Campaigner, UK

  • Glenn Greenwald, Journalist, USA

  • Claire Fox, Founder of the Academy of Ideas, UK

  • Dr. Jordan B. Peterson, Psychologist, Author, Canada

  • Bari Weiss, Journalist, USA

  • Peter Hitchens, Author, Journalist, UK

  • Niall Ferguson, Historian, Stanford, UK

  • Matt Ridley, Journalist, Author, UK

  • Melissa Chen, Journalist, Spectator, Singapore/USA

  • Yanis Varoufakis, Economist, Greece

  • Peter Boghossian, Philosopher, Founding Faculty Fellow, University of Austin, USA

  • Michael Shermer, Science Writer, USA

  • Alan Sokal, Professor of Mathematics, UCL, UK

  • Sunetra Gupta, Professor of Theoretical Epidemiology, Oxford, UK

  • Jay Bhattacharya, Professor, Stanford, USA

  • Martin Kulldorff, Professor of Medicine (on leave), Harvard, USA

  • Aaron Kheiriaty, Psychiatrist, Author, USA

  • Chris Hedges, Journalist, Author, USA

  • Lee Fang, Independent Journalist, USA

  • Alex Gutentag, Journalist, USA

  • Iain McGilchrist, Psychiatrist, Philosopher, UK

  • Ayaan Hirsi Ali, Human Rights Activist, Author, Netherlands

  • Konstantin Kisin, Author, UK

  • Leighton Woodhouse, Public, USA

  • Andrew Lowenthal, liber-net, Australia

  • Aaron Mate, Journalist, USA

  • Izabella Kaminska, Journalist, The Blind Spot, UK

  • Nina Power, Writer, UK

  • Kmele Foster, Journalist, Media Entrepreneur, USA

  • Toby Young, Journalist, Free Speech Union, UK

  • Winston Marshall, Journalist, The Spectator, UK

  • Jacob Siegel, Tablet, USA/Israel

  • Ulrike Guerot, Founder of European Democracy Lab, Germany

  • Heather E. Heying, Evolutionary Biologist, USA

  • Bret Weinstein, Evolutionary Biologist, USA

  • Martina Pastorelli, Independent Journalist, Italy

  • Leandro Narloch, Independent Journalist, Brazil

  • Ana Henkel, Independent Journalist, Brazil

  • Mia Ashton, Journalist, Canada

  • Micha Narberhaus, The Protopia Lab, Spain/Germany

  • Alex Sheridan, Free Speech Ireland

  • Ben Scallan, Gript Media, Ireland

  • Thomas Fazi, Independent Journalist, Italy

  • Jean F. Queralt, Technologist, Founder @ The IO Foundation, Malaysia/Spain

  • Phil Shaw, Campaigner, Operation People, New Zealand

  • Jeremy Hildreth, Independent, UK

  • Craig Snider, Independent, USA

  • Eve Kay, TV Producer, UK

  • Helen Joyce, Journalist, UK

  • Dietrich Brüggemann, Filmmaker, Germany

  • Adam B. Coleman, Founder of Wrong Speak Publishing, USA

  • Helen Pluckrose, Author, UK

  • Michael Nayna, Filmmaker, Australia

  • Paul Rossi, Educator, Vertex Partnership Academics, USA

  • Juan Carlos Girauta, Politician, Spain

  • Andrew Neish, KC, UK

  • Steven Berkoff, Actor, Playright, UK

  • Patrick Hughes, Artist, UK

  • Adam Creighton, Journalist, Australia

  • Julia Hartley-Brewer, Journalist, UK

  • Robert Cibis, Filmmaker, Germany

  • Piers Robinson, Organization for Propaganda Studies, UK

  • Dirk Pohlmann, Journalist, Germany

  • Mathias Bröckers, Author, Journalist, Germany

  • Kira Phillips, Documentary Filmmaker, UK

  • Diane Atkinson, Historian, Biographer, UK

  • Eric Kaufmann, Professor of Politics, Birkbeck, University of Buckingham, Canada

  • Laura Dodsworth, Journalist and Author, UK

  • Nellie Bowles, Journalist, USA

  • Andrew Tettenborn, Professor of Law, Swansea University,  UK

  • Julius Grower, Fellow, St. Hugh’s College, UK

  • Nick Dixon, Comedian, UK

  • Dominic Frisby, Comedian, UK

  • James Orr, Associate Professor, University of Cambridge, UK

  • Brendan O’Neill, Journalist, UK

  • Jan Jekielek, Journalist, Canada

  • Andrew Roberts, Historian, UK

  • Robert Tombs, Historian, UK

  • Ben Schwarz, Journalist, USA

  • Xavier Azalbert, Investigative Scientific Journalist, France

  • Doug Stokes, International Relations Professor, University of Exeter, UK

  • James Allan, Professor of Law, University of Queensland, UK

  • David McGrogan, Professor of Law, Northumbria University, UK

  • Jacob Mchangama, Author, Denmark

  • Nigel Biggar, Chairman, Free Speech Union, UK

  • David Goodhart, Journalist, Author, UK

  • Catherine Austin Fitts, The Solari Report, Netherlands

  • Matt Goodwin, Politics Professor, University of Kent, UK

  • Alan Miller, Together Association, UK

  • Catherine Liu, Cultural Theorist, Author, USA

  • Stefan Millius, Journalist, Switzerland

  • Philip Hamburger, Professor of Law, Columbia, USA

  • Rueben Kirkham, Co-Director, Free Speech Union of Australia, Australia

  • Jeffrey Tucker, Author, USA

  • Sarah Gon, Director, Free Speech Union, South Africa

  • Dara Macdonald, Co-Director, Free Speech Union, Australia

  • Jonathan Ayling, Chief Executive, Free Speech Union, New Zealand

  • David Zweig, Journalist, Author, USA

  • Juan Soto Ivars, Author, Spain

  • Colin Wright, Evolutionary Biologist, USA

  • Gad Saad, Professor, Evolutionary Behavioral Scientist, Author, Canada

  • Robert W. Malone, MD, MS, USA

  • Jill Glasspool-Malone, PhD., USA

  • Jordi Pigem, Philosopher, Author, Spain

  • Holly Lawford-Smith, Associate Professor in Political Philosophy, University of Melbourne, Australia

  • Michele Santoro, Journalist, TV Host, Presenter, Italy

  • Dr. James Smith, Podcaster, Literature Scholar, RHUL, UK

  • Francis Foster, Comedian, UK

  • Coleman Hughes, Writer, Podcaster, USA

  • Marco Bassani, Political Theorist, Historian, Milan University, Italy

  • Isabella Loiodice, Professor of Comparative Public Law, University of Bari, Italy

  • Luca Ricolfi, Professor, Sociologist, Turin University, Italy

  • Marcello Foa, Journalist, Former President of Rai, Italy

  • Andrea Zhok, Philosopher, University of Milan, Italy

  • Paolo Cesaretti, Professor of Byzantine Civilization, University of Bergamo, Italy

  • Alberto Contri, Mass Media Expert, Italy

  • Carlo Lottieri, Philosopher, University of Verona, Italy

  • Alessandro Di Battista, Political Activist, Writer, Italy

  • Paola Mastrocola, Writer, Italy

  • Carlo Freccero, Television Author, Media Expert, Italy

  • Giorgio Bianchi, Independent Journalist, Italy

  • Nello Preterossi, Professor, University of Salerno, Scientific Director of the Italian Institute for Philosophical Studies, Italy

  • Efrat Fenigson, Journalist, Podcaster, Israel

  • Eli Vieira, Journalist, Genetic Biologist, Brazil

  • Stephen Moore, Author and Analyst, Canada

Footnotes

  1. Pahwa, Nitish. 'Twitter Blocked a Country.' Slate Magazine, 1 Abril 2023, slate.com/technology/2023/04/twitter-blocked-pakistan-india-modi-musk-khalistan-gandhi.html.

  2. Stein, Perry. 'Twitter Says It Will Restrict Access to Some Tweets before Turkey's Election.' The Washington Post, 15 Mayo 2023, www.washingtonpost.com/technology/2023/05/13/turkey-twitter-musk-erdogan/.

  3. Hänel, Lisa. 'Germany criminalizes denying war crimes, genocide.' Deutsche Welle, 25 Noviembre 2022, https://www.dw.com/en/germany-criminalizes-denying-war-crimes-genocide/a-63834791

  4. Savarese, Mauricio, and Joshua Goodman. 'Crusading Judge Tests Boundaries of Free Speech in Brazil.' AP News, 26 Enero 2023, apnews.com/article/jair-bolsonaro-brazil-government-af5987e833a681e6f056fe63789ca375.

  5. Nanu, Maighna. 'Irish People Could Be Jailed for “Hate Speech”, Critics of Proposed Law Warn.' The Telegraph, 17 Junio 2023, www.telegraph.co.uk/world-news/2023/06/1  7/irish-people-jailed-hate-speech-new-law/?WT.mc_id=tmgoff_psc_ppc_us_news_dsa_generalnews.

  6. The Economist Newspaper. (n.d.). Scotland’s new hate crime act will have a chilling effect on free speech. The Economist. https://www.economist.com/the-world-ahead/2021/11/08/scotlands-new-hate-crime-act-will-have-a-chilling-effect-on-free-speech

  7. Lomas, Natasha. 'Security Researchers Latest to Blast UK's Online Safety Bill as Encryption Risk.' TechCrunch, 5 Julio 2023, techcrunch.com/2023/07/05/uk-online-safety-bill-risks-e2ee/.

  8. Al-Nashar, Nabil. 'Millions of Dollars in Fines to Punish Online Misinformation under New Draft Bill.' ABC News, 25 Junio 2023, www.abc.net.au/news/2023-06-25/fines-to-punish-online-misinformation-under-new-draft-bill/102521500.

  9. 'Cryptochat.' Meedan, meedan.com/project/cryptochat. Accedido el 8 Julio 2023.

  10. Lomas, Natasha.'Security Researchers Latest to Blast UK's Online Safety Bill as Encryption Risk.' TechCrunch, 5 Julio 2023, techcrunch.com/2023/07/05/uk-online-safety-bill-risks-e2ee/.

  11. Asamblea General de las Naciones Unidas. Declaración universal de los derechos humanos (DUDH). New York: Asamblea General de las Naciones Unidas, 1948.

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